viernes, 27 de abril de 2012

Soñadora a tiempo completo...

Duérmeme despacito, que esta noche no tenemos prisa. Demasiado corrimos en el pasado para no llegar a ningún lado. Si hubiese sabido que no había meta, jamás habría corrido esa carrera. Desgaste físico para nada. Desgaste mental incurable. Y sin podio...
Duérmeme entre palabras de amor, que mis oídos no aguantan más groserías. Cuántas mentiras escuchadas y  promesas que nunca se cumplieron en otras bocas que no son la tuya. No escucharé aquello que no sea bonito. Seré sorda a mi conveniencia, te convenga a ti o no. Ojalá hubiese sido sorda antes.
Duérmeme con calma, pues a veces me inquieto. Sé que tu paciencia es infinita, sigue siendo así. No dejes que mis inquietudes te inquieten a ti. Soy culo de mal asiento, ya lo sabes, aunque siempre estaré sentada a tu lado hasta que decidas que la silla no aguanta más peso que el tuyo.
Duérmeme en las nubes, que es donde paso la mitad de mi vida. El suelo lo dejaremos para lo material, lo terrenal, lo frío... Viaja conmigo todo lo alto que te permitan tus situaciones.
Duérmeme caliente que ya pasé mucho frío. ¡Qué malos son los corazones helados! No dejes que me congele, y prometo ser la leña de tu chimenea, solo necesito tu chispa. Dámela a través de sonrisas.
Duérmeme entre sueños, no demos cabida a las pesadillas. Ya aparecen ellas solas sin que sean invitadas. Sueña conmigo que el mundo lo creamos tu y yo, a nuestro antojo, donde podemos cambiar lo que no nos convence, donde pintemos ilusiones en lienzos de colores.
Duérmeme en tu aliento y en los momentos que te dejan sin él. Compártelos conmigo. Seré comprensiva en todo lo que te ocurra, en lo que sientas, en lo que vivas. Háblame, yo siempre te escucharé.
Y lo más importante, duérmeme a tu lado. Dame tu compañía pues tú, dulce angelito, tú eres mi vida