miércoles, 10 de diciembre de 2008

Qué no pare el alcohol!


Puede que un día de estos me decida a abrazar a la cordura. Mientras tanto, prefiero seguir sentada sobre mi roca de mercurio, pensando en selenitas y contemplando constelaciones inexistentes. Y mi desayuno de alucinógenos me ayuda a sobrellevar mis días. Una nube de incertidumbre cubre el presente y se adueña del futuro, y mi pasotismo hacia todo se hace cada vez más evidente.

Seamos zánganos conquistando a la reina. Seamos esclavos de falsos emperadores. Creemos un mundo donde las mentiras sean ciertas y las drogas sean el único motivo de felicidad. Emborrachemos nuestros problemas y preocupémonos solo de cerrar el bar de siempre. ¡Que corra whisky en vez de sangre por nuestras venas! Sellemos puertas y ventanas y aislémonos de todo. Hablemos con estafadores y critiquemos a los pequeños héroes anónimos.

Sigamos ahogando penas en burdeles y juguemos a ser el príncipe de las tinieblas. Busquemos el amor en esquinas olvidadas y convivamos entre camellos y chulos. Hoy me siento como una hormiga intentado cambiar el mundo...

2 comentarios:

Águeda dijo...

apoyo la moción

Shadow on the road dijo...

(copa de martini en la mano alzada) Salud!